Navidad, una época que suele despertar sensibilidades ocultas. Para algunos, estas fechas son sinónimo de familia, celebraciones y rituales. Pero también sé que para otros la Navidad trae un peso distinto. Hay quienes enfrentan su primera Navidad sin un ser querido. Hay quienes no tienen mesa, ni luces, ni la ilusión de los regalos. Y también están los que, rodeados de todo lo que se supone que representa la alegría navideña, sienten una soledad que no se puede explicar.
Este año, siento la Navidad como un momento para redefinir lo que significa celebrar. Celebrar no es negar lo que falta ni forzar la alegría que no sentimos. Celebrar puede ser tan simple como reconocer lo que somos. Agradecer. Recordar que seguimos aquí, que seguimos sintiendo, que seguimos amando.
Así que, para quienes leen estas palabras y sienten que estas fechas no se parecen a las idea que se vende de la Navidad, les digo: no están solas y solos. Feliz Navidad, desde un lugar donde las palabras intentan ser un abrazo. 🫂