#27 Claroscuro
Escribo estás palabras con la esperanza de que quizás encuentre una solución a un problema que no consigo resolver. He entendido, a fuerza de repetición, que la mayoría de angustias se resuelven verbalizándose, y no relegándolas al limbo de las palabras no dichas. No verbalizar hace que las cosas sean peores, que se enquisten.
Oh, la mente, montañas tiene la mente; riscos otoñales temibles, abruptos y no hollados por el hombre. Poco valor les conceden quienes nunca los han descendido. Siento al despertar el telón de la noche, no el día. Y he pedido estar en un lugar sin tormentas.
— Joan Didion. El Año Del Pensamiento Mágico.
Hay días en los que siento ira.
Ira y dolor por no renunciar a tiempo, comprar el billete, presentarme donde hiciera falta, sentirme culpable, normalizar la confusión, por justificar el estrés, por no cerrar la puerta sin mirar atrás. Lo he leído tantas veces antes: “no hay luz sin sombra”. Será que tengo que integrar esa ira en mi vida y usarla de combustible en esa última flexión, en esa última dominada.
Quiero darle a este claroscuro un sentido, veo las sombras sí. Pero ahora también veo la luz: una vez conectas con quien eres ya no hay vuelta atrás.